lunes, 2 de septiembre de 2024

Los claroscuros del Encuentro Continental de Comunicadores independientes

Silvia Núñez Esquer | Opinión

Sin duda, una gran convocatoria se reflejó en el Primer Encuentro Continental de Comunicadores independientes “Informar es liberar”, organizado por la vocería de Presidencia de la República de México.

Foto: Silvia Núñez Esquer

Poco más de trescientas personas, entre quienes acudimos presencialmente y quienes se conectaron a la plataforma zoom para participar de la inusitada reunión, en la que participaron periodistas alternativos, youtubers, comunicadores independientes, y quienes hacemos periodismo llamado unipersonal independiente.

Al preguntar los datos numéricos exactos sobre la asistencia al encuentro, los organizadores me respondieron que no lo tenían como tal, sólo las 270 personas que ingresaron al Salón Tesorería de Palacio Nacional, y aproximadamente cuarenta en línea, estábamos contabilizadas.

Y es que algo que llamó la atención y haciendo un cálculo basada en observación e intentando confirmar con las fotografías sólo aproximadamente quince por ciento éramos mujeres. La presencia masculina era avasalladora.

Desde hombres muy jóvenes hasta señores de avanzada edad, participaban en forma entusiasta registrando y/o transmitiendo el evento que por sus características fue objeto también de transmisión oficial por los propios medios de la Presidencia.

Foto: Silvia Núñez Esquer

Sin embargo, fueron las mujeres quienes destacaron por sus propuestas, conclusiones y capacidad para exponerlas, así como conocimiento de los temas marcados para análisis en las nueve mesas de diálogo que se desarrollaron durante el primer día del encuentro.

Los temas de la agenda de trabajo se caracterizaron por la actualidad del necesario análisis para quienes luchan día a día por avanzar y destacar en medio del océano de opciones de comunicación, más las alternativas que brinda la inteligencia artificial que, a menudo pueden llegar a sustituir el propio trabajo de comunicadoras y comunicadores, y periodistas.

En la lista de tópicos a analizar en las mesas de trabajo figuraron: 1.- Periodismo alternativo, redes sociales, periodismo comunitario. Un balance. 2.- La información: ¿derecho o mercancía? Censura y discriminación de medios corporativos y contra información. 3.- Auto financiamiento, monetización y publicidad. Cómo financiar el periodismo alternativo. 


Mesa Inteligencia Artificial. Foto: Silvia Núñez Esquer

 

También se tocaron los temas: 4.- Los derechos de las audiencias. Cómo hacer valer el derecho a la información. 5.- Relación de medios y periodistas independientes con el poder económico y político. 6.- Retos de la libertad de prensa: represión, censura, acoso jurídico. 7.- Profesionalización, acceso a tecnologías, infraestructura y capacitación.

Y finalmente se incluyeron también 8.- Inteligencia Artificial: riesgos, retos y oportunidades. Y 9.- Género y periodismo alternativo.

La actitud de las y los participantes era de verdadera fiesta, el entusiasmo e interés era evidente. Su disposición a las tareas que se propusieran era sin duda la característica principal.

Pero junto con ello vino la parte desconcertante. La inauguración había sido programada dentro de la conferencia matutina del presidente López Obrador desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional, a la cual estábamos invitados como primera actividad del Encuentro de periodistas independientes.

Sonorenses en Encuentro continental de comunicadores "Informar es liberar"

La llegada a palacio fue el primer acto épico, ya que no pocos periodistas foráneos decidimos hospedarnos cerca de palacio nacional para llegar caminando y rápido antes de la hora en que habíamos sido citados, las 5:00 de la mañana.

Pero la estrategia no fructificó, ya que con sorpresa vimos que el cerco de vallas y cientos de policías de seguridad pública de la Ciudad de México rodeaban dos cuadras fuera del perímetro del zócalo y palacio nacional.

La política de protección de las mujeres, omnipresente en la Ciudad de México, quedó completamente nulificada, cuando los policías nos obligaron a rodear varias cuadras a pié, en soledad, por las calles vacías del centro histórico de la CDMX, sin tener la certeza de qué íbamos a encontrar al avanzar, al toparnos con algún callejón, al dar vuelta para continuar por la ruta que los policías nos indicaron, sin acompañarnos.

El temor a lo desconocido y a un inusual tránsito a pie por esas avenidas solitarias antes del amanecer nos hicieron correr, avanzar rápido con la esperanza de que pronto encontráramos de nuevo las vallas y con ello a algunos policías para sentirnos si no seguras, al menos acompañadas. Así llegamos a la fila por la parte posterior del palacio, donde ya más de cien colegas esperaban.

Foto: Silvia Núñez Esquer
 

Cuando por fin ingresamos al recinto, la multitud y las medidas de seguridad para mantenernos en el lugar que nos tocó, según el número asignado al entrar, eran simplemente el principal obstáculo para dar cobertura a la propia conferencia.

Como era de esperarse, más allá de la quinta fila no sólo era impensable la posibilidad de ser tomados en cuenta para formular alguna pregunta, sino que simplemente ni siquiera se podía ver al presidente, dada la cantidad de celulares y cámaras que grababan y transmitían desde su respectivo tripié, tapando la visibilidad sin que aparentemente eso fuera importante. 

Quienes tocamos un número que nos colocó casi al final, prácticamente atados a la silla nos vimos convertidos en un relleno humano para el éxito de la conferencia mañanera.

Los largos discursos de las cinco personas periodistas que acompañaron en el escenario al presidente y que tuvieron el privilegio de dirigirse a la audiencia, nos hicieron sentirnos en un evento político en el que hay qué permanecer sentado por obligación.

Ellas y ellos, los elegidos con anterioridad fueron una especie de representantes de todas y todos aquellos periodistas y comunicadores que se han pronunciado a favor de la plataforma política de la cuarta transformación, y así lo hicieron saber.

Foto: Silvia Núñez Esquer

Nadie participó de las personas que viajamos desde los diversos estados para incluirnos en los trabajos del encuentro. Ninguno otro que no hablara en función de su simpatía y apoyo al presidente hizo uso de la palabra.

En congruencia con lo anterior, un inesperado inicio se dio al momento del arribo del presidente al que ha sido su escenario durante seis años, seguido por una respuesta masiva de un coro aparentemente espontáneo que le refrenda: “¡Es un honor estar con Obrador!”. Pero no fue todo, pues mientras López Obrador hablaba, se escuchaban voces que gritaban: “Lo amamos señor presidente”.

Ese fue el momento más incómodo para quienes creemos en la línea que debe respetarse entre la cobertura periodística y la entrega militante de cualquier causa política partidista.

Es cierto que las y los periodistas y comunicadores tarde o temprano tomamos partido por alguna u otra postura. Eso se refleja en el enfoque de nuestras entregas, a quién entrevistamos, dónde, cuándo, y qué preguntamos.

Lo dice el propio presidente, pero una cosa es estar convencido de que no existe la objetividad al cien por ciento, y otra es adular, adorar, entregarse incondicional como parte de una masa adoctrinada.

Foto: Silvia Núñez Esquer

Los artículos de propaganda sobre el presidente López Obrador, como llaveros de “amlito” en las mochilas estaban presentes, como lo están en los eventos en donde sus seguidores desean expresar su rendición ante la figura que consideran la más grande como líder político.  

Por otra parte, en el transcurso de las mesas de trabajo pudimos percatarnos de que quienes las moderaron eran los mismos periodistas que se han proclamado seguidores del presidente y de la cuarta transformación.

Eso no es cuestionable, pero hubiese sido mejor abrir a la pluralidad si además de éstos, se hubiera incluido a participantes que íbamos con el objetivo de compartir experiencias más allá de la esfera de la mañanera.

Otro aspecto que llamó mi atención es que quienes expusieron algunas temáticas previo a las conclusiones, aprovechando su posición como relatores, y en participaciones previas, observamos que eran periodistas que procedían de otros países, como Ecuador, Perú, Argentina, y Colombia, destacando la presencia de la rusa Inna Afinogenova, primera periodista a la que el presidente concedió una entrevista exclusiva a la cual se le llamó “La entrevista del sexenio”.

Foto: Silvia Núñez Esquer

En esa etapa, tampoco las y los comunicadores mexicanos, incluidos quienes se desplazaron hacia la capital para participar en el encuentro, tuvieron participaciones significativas, más allá de ser público receptor de información.

El encuentro se autodefinió como continental, por lo que era esperable la presencia de comunicadores y periodistas extranjeros que, por cierto, hicieron evidente su inclinación a la autodefinición como profesionales de izquierda, reivindicando a sus presidentes considerados liberales de izquierda.  

Quienes hicimos un esfuerzo económico y personal para acudir presencialmente al Primer Encuentro Continental de periodistas independientes, nos quedamos con una participación casi igual a la de quienes lo hicieron en forma virtual, salvo por los gastos de transporte, hospedaje y traslados en la ciudad.

Aún así debemos reconocer que la iniciativa es inédita en México y puede derivar en una gran red continental de promoción y protección a todas y todos los comunicadores y periodistas y eso es muy bienvenido.  

Más sobre el Encuentro Continental de comunicadores y periodistas independientes "Informar es liberar":

Inauguración y conferencia mañanera, 30 agosto 2024

Encuentro continental de comunicadores independientes

Sobre las Mesas de trabajo

Plenaria: Conclusiones mesas de trabajo


 

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