Silvia Núñez Esquer
Hermosillo, Sonora | 26 de febrero del 2023
Foto: Silvia Núñez Esquer |
El centro INAH Sonora y el Museo Regional de Sonora, ofrecieron un taller de bordado yaqui impartido por la maestra Gladys Guadalupe Álvarez Yocupicio.
En el marco del 8 de marzo, Día internacional de las mujeres, alrededor de 25 mujeres participaron en el taller de bordado yaqui que se realizó durante 23 y 24 de febrero pasados.
Ante el auge en Sonora de la práctica del bordado en diversas superficies, hubo mucho interés en la convocatoria del Instituto Nacional de Antropología e Historia, sede Sonora para aprender cómo es el bordado, las técnicas y los materiales que utilizan las mujeres yaquis en sus creaciones.
La instructora, maestra de bordado yaqui en el barrio de La Matanza en Hermosillo, comentó que fue el INAH quien la invitó a impartir el taller a la vez que hicieron la difusión para que más mujeres participaran y aprendieran sobre bordado yaqui.
La también empleada de maquiladora e integrante de la etnia Yaqui de La Matanza, expuso que todo lo que lleve a preservar sus tradiciones es importante y por ello acepta de inmediato darlas a conocer, en este caso sus bordados.
Foto: Silvia Núñez Esquer |
Agregó que muchas mujeres tuvieron su primer contacto con la técnica del bordado, son “sus primeras puntadas”, al igual que en los anteriores talleres impartidos en el barrio de La Matanza, que, por cierto, ya no se realizan.
Sobre las alumnas opinó que aprenden muy rápido, ya que algunas nunca habían bordado, pero con el acercamiento a la técnica se fueron de ahí con proyectos de bordado.
El bordado yaqui se distingue de otras regiones del país, por el diseño de la flor, y el diseño de la aguja, y dependiendo de la prenda que vayan a bordar, explicó.
En el caso del bordado yaqui lo que resalta es la flor de capomo, misma que aparece en forma recurrente en sus bordados en prendas de vestir, pañuelos, manteles, secadores de cocina, y hasta cubrebocas en el reciente periodo de pandemia por Covid-19.
“La flor de capomo es la más tradicional de nosotros y la bordamos en blusas, paños, servilletas, vestidos, trajes, camisas, las pañoletas para la cintura del venado y el pascola”, describió.
Gladys Álvarez compartió que en la camisa el bordado se plasma solamente por un lado, y aunque lo tradicional es la flor de capomo, también bordan según el diseño que les pidan.
Foto: Silvia Núñez Esquer |
Otras manualidades que realizan es la confección de rebozos y muñecas tradicionales, y el taller de bordado yaqui llevaba como objetivo que realizaran el bordado de su primera prenda.
Los diseños y dibujos los realiza Gladys en la tela que se haya definido sobre la cual bordar, misma que puede ser la tradicional que es la popelina, o bien en manta, incluso en tela de otro material distinto al algodón.
La instructora lamentó que ha disminuído la cantidad de mujeres yaquis que bordan, pues antes existía un grupo de catorce mujeres en Hermosillo, que se habían autonombrado “Muyama”, que comprime la frase: Mujeres Yaquis de La Matanza.
El grupo se diluyó, y solo algunas continuaron bordando y vendiendo los productos en lo individual, en forma discontinua.
Foto: Silvia Núñez Esquer |
Al preguntarle sobre el reauge del bordado ya que se identifican varios colectivos en Hermosillo, consideró que son las nuevas formas de bordado en bolsas, en productos urbanos, distinto a lo tradicional en el que antes no se permitía.
Hoy día se puede bordar en morralitos, mochilas, en camisetas de algodón, listones y otros que forman parte de lo denominado Arte urbano.
El bordado yaqui que ella promueve en sus talleres es el tradicional que se realiza en tela de algodón, preferentemente popelina, con estambre de tres hilos o hilaza de manojito o “tirita”.
Para Gladys Álvarez el continuar con el bordado yaqui también tiene significado de tradición familiar ya que ella aprendió de su madre y abuela.
Recordó que la asociación Lutisuc organizaba talleres para perfeccionar la técnica del bordado y tejido, pero al cerrar la cooperativa también perdieron la oportunidad de vender sus productos pues ya no se comercializan ahí.
Sin embargo, ella continúa bordando en su casa con su madre, en donde llegan a hacerles pedidos de blusas, rebosos, paños para hombres, para la época de cuaresma, las señoras cantoras piden rebosos, “negro para el luto, morado, o negro con morado”, y pañoletas para los danzantes en Semana Santa, y si no tienen al momento la prenda, la elaboran, afirma Gladys.
Foto: Silvia Núñez Esquer |
De igual forma, quienes desean ver a sus hijas e hijos con un bordado yaqui, lo realizan para prendas infantiles como vestidos y otras.
Al advenimiento de la pandemia por Covid-19 los talleres que impartía en forma particular se suspendieron por el confinamiento social.
Sin embrago, está en disposición para reanudarlos, sobre todo con niñas y niños como lo hacía antes de ese periodo.
El taller de bordado yaqui se realizó en el Museo Regional de Sonora, en donde continúa instalada la exposición: ”Una larga hebra”, donde destaca el bordado, de la artista textil yucateca Elena Martínez Bolio, que estará abierta hasta el mes de abril del 2023.
Invitación INAH |
Quien esté interesada en organizar un taller, puede contactarla en el barrio La Matanza o al teléfono 6624455126.
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