Silvia Núñez Esquer
Hermosillo, Sonora, 13 abril 2017.- Que encadenen la reja de
su casa con la familia encerrada
adentro; que su niña de dos años sea separada
del CENDI al que asistía; y que en pleno 8 de marzo la agredan en el evento
oficial de conmemoración del Día internacional de la mujer, son solo algunos
ejemplos del giro que dio la vida de Marcela Guadalupe Zazueta Pillado, desde
que la cesaron como maestra el 15 de abril de 2016.
Víctima de la reforma educativa, Marcela ha pasado por meses
muy difíciles en lo económico, pero también en lo psicológico, pues la presión
del desempleo y falta de ingresos está mermando su salud, a un año del cese.
Y es que conocedora de sus derechos, con una Maestría y un
Doctorado, Marcela, una de las 27 maestras cesadas en Sonora, no presentó el
examen de evaluación.
La maestra Zazueta tiene muy claro que una ley no puede
regir retroactivamente, y mucho menos una relación laboral de tantos años como
era la de ella con la Secretaría de Educación y Cultura.
No obstante que la
SEC fue la que instrumentó lo que desde
el punto de vista legal es un despido, Marcela hace un llamado a la gobernadora del Estado de Sonora,
Claudia Pavlovich para que tenga una actitud empática con las maestras cesadas,
al ser la única gobernadora mujer en el país.
Sin embargo, no solo no ha ocurrido algún encuentro con ella
para dialogar sobre esta problemática, sino que el pasado 8 de marzo, en la
celebración del Día internacional de la mujer, las maestras acudieron a
manifestarse y extender una lona para que Pavlovich la advirtiera. Continúa información
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