OPINIÓN
Silvia Núñez Esquer
Silvia Núñez Esquer
Claudia
Pavlovich Arellano recibió ayer la constancia de mayoría de votos en la
elección por la gubernatura de
Sonora. Es un hecho, ella será la primera
gobernadora del estado, tal como su madre fue la primera presidenta municipal
de su natal Magdalena de Kino; primera presidenta municipal de la capital,
Hermosillo; primera diputada federal suplente; primera diputada federal
propietaria; primera senadora mexicana -junto con María Lavalle Urbina-, y primera por Sonora. Toda una precursora de
la participación política de las mujeres. Los únicos puestos de elección popular que no
ocupó Alicia Arellano fueron el de
gobernadora y presidenta de la República. Pronto su
hija será la titular del gobierno estatal, en una suerte de completar esa
carrera política que Arellano Tapia no logró. Y aunque su hija Claudia no ocupó nunca una
presidencia municipal, sí fue como ella, senadora de la República y de ahí
saltó a la gubernatura. Ahora que
tiene la constancia de gobernadora electa, llegó la hora de estudiar la
realidad de las propuestas que hiciera esta candidata para implementarlas si
resultaba ganadora. Más allá de las frases publicitarias de campaña, llegó el
momento de que la ciudadanía tome el papel de monitor y contraloría ciudadanos. “Impulsar”
y “promover” son los verbos que permean toda la plataforma electoral del
partido que llevó a CPA a ser electa gobernadora. Lamentablemente eso significa
que no garantiza que lo que promueva se lleve a cabo en la realidad pues
depende de otros actores y factores. En ninguna parte de su propuesta de 133
páginas se utiliza el verbo garantizará. Continúa información
Algunas de las propuestas |
En CIMAC
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