jueves, 30 de abril de 2015

Misoginia y otros malestares femeninos

Estoy muy molesta. Me explico: 
La ley de equidad de género es, en teoría una maravilla legal que permite a las mujeres tener el mismo
número de oportunidades que los hombres para aspirar a un puesto de elección popular. Pero para ser candidata elegible, hay que ser una mujer exitosa en carrera y familia, impecable según los estándares de una sociedad conservadora. En la práctica es una tomada de pelo, porque cualquier hombre con influencias políticas, para su partido, su candidatura vale más que la de diez mujeres preparadas. Total, en estos tiempos, mujeres preparadas hay a granel en todos los ámbitos. 
La ley de equidad de género nos obligaría en teoría, a voltear a ver las competencias profesionales, trayectorias, experiencias, contacto con la sociedad, gremios… pero no. El botox es tema de campaña. El peso de las candidatas también, porque los comentarios van de “pinche gorda”, al photoshop, o a “lo falsas que se ven”, o “vieja operada”, “seguro es amante de alguien” y la favorita de los machos: “puta”. Llegamos a un punto surrealista en el que, gracias a las redes sociales, sobran opinadores y faltan argumentos inteligentes. 
Este fenómeno es muy visible en las cuentas de redes sociales de las candidatas. Los community managers de las campañas, no sufren con los candidatos. Son las cuentas de candidatas en las que tienen que estar cuidando los comentarios denigrantes, hechos tanto por hombres como mujeres. La política no es un concurso de belleza, las candidatas no están para modelar, ni para que te cases con ellas, ni para que las manden a lavar y planchar (comentario verídico de un hombre a una candidata: “que se regrese a lavar y planchar a su casa, una vieja no me va a gobernar”). Continúa lectura
 
Del blog de: Renée Angélica García

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