Una más de
las víctimas del sexenio
Silvia
Núñez Esquer
Hermosillo,
Son., 25 sep. 2014.- Tres años después de que empezara su calvario, Gisela
Peraza Villa, ex
empleada doméstica de la familia Padrés Dagnino, se encuentra
de nuevo como al principio: acusada, sin pruebas, sin haber confesado su
participación en un supuesto robo en la casa de gobierno, y en espera de que
termine el sexenio de Guillermo Padrés, pues tanto ella como su familia lo consideran
el plazo para que ella salga de su cautiverio en el Centro de readaptación
social. A casi un
año de la recomendación 54/2013 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, emitida
para el gobierno del Estado por la tortura a que fue sometida por elementos de
la Policía Estatal Investigadora con el fin de obtener su confesión, el proceso
se ha repuesto, pues estaba plagado de irregularidades.Sin
embargo, la familia considera que en realidad Gisela no saldrá de prisión hasta
que termine el periodo de Guillermo Padrés, el cual concluirá en 2015. Sin
haber acreditado una sola de las acusaciones, a Gisela se le dictó sentencia de
cuatro años, sin ningún beneficio y sin derecho a fianza. La sanción quedó sin
efecto por apelación y se ordenó la reposición del proceso judicial dadas las
fallas e irregularidades con que procedieron principalmente los elementos de la
Policía Estatal Investigadora, que dependen de la Procuraduría General de
Justicia del Estado de Sonora. Continúa información
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Delma Peraza Villa, hermana de Gisela |
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