Elsa Cornejo Vucovich*
A
la fecha, no conozco a un solo ciudadano común que esté de acuerdo con
pagar más impuestos, y al parecer, el gobernador y sus asesores no se
han dado cuenta del motivo general para la negativa, que resumo de la
siguiente manera: “para qué pagar más impuestos si nomás se los van a
echar a la bolsa”. No es que las y los ciudadanos seamos mezquinos o no
reconozcamos el valor de tener servicios públicos. El problema —además
de la falta de legitimidad de quienes ejercen el gasto público— es la
falta de políticas públicas efectivas y servicios públicos de calidad,
que no son una dádiva del gobierno sino el retorno de la inversión que
hacemos cuando pagamos impuestos. Se supone que con nuestros impuestos
el gobierno brinda servicios, diseña políticas e implementa programas
que fomenten el bienestar social. Es decir, hacemos una “cope
racha”
para que nuestro gobierno, en nuestra representación y bajo nuestro
mandato, haga lo que no podemos hacer de manera individual. En esencia,
las y los funcionarios son empleados de la ciudadanía. Continúa información
Publicado en: Boletín electrónico PORTALES, del Jueves 24 de enero de 2013, año 12, número 469, de El Colegio de Sonora.
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