Martín Velez
Dra. María Laso López |
Hace muchos años, un joven español atravesó los Pirineos huyendo de las hordas franquistas; parece que querían ayudarle a morir antes de tiempo, como le ayudaron a Federico García Lorca, y a tantos otros quienes juntos formaban lo mejor de España. Eso mejorcito que pudo salvarse de la ayuda mortal de Franco vino a México. Pero ese joven en particular vino a Sonora, junto con algunos otros librepensadores, entre los que debe recordarse a Francisco Mallart Vallverdu, que llegaría a ser, este último, puntal de la masonería sonorense, partidario de la economía en las palabras, a la que defendía con esta frase: “es muy fácil hablar, lo difícil es decir algo”. Así eran aquellos españoles que cruzaron los Pirineos, navegaron el Atlántico y atravesaron el Altiplano mexicano, para venir a echar raíces el desierto sonorense. Desierto que arbolaron con su talento, como Emiliana de Zubeldía, quien no plantó familia; o lo arbolaron como emprendedores de negocios que con el tiempo han llegado a formar parte de la identidad sonorense. Continúa información
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